Colegas:
Nos comparte Elio Guzmán esta joya literaria que encontró en el empaque de un martillo. Es un alivio para el espíritu saber que estas maravillas de la traducción automática, que ningún humano podrá jamás igualar, no se acabaron con aquel célebre "Dos Rebanada Tostador" (en este enlace).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario