sábado, 30 de enero de 2016

Especialización editorial de Versal

Queridos colegas:

Les recordamos que el próximo 6 de febrero da inicio la Especialización editorial que imparte el Centro Editorial Versal, S.C. La especialización está dirigida a profesionales de la labor editorial, incluidos los traductores, y la coordinan expertos con más de 30 años de experiencia editorial.


El programa detallado se puede consultar en www.versal.com.mx/capacitacion.html

viernes, 29 de enero de 2016

Taller avanzado de subtitulaje

Queridos colegas,

Les recordamos que el 6 de febrero inicia el Taller Avanzado de Subtitulaje impartido por nuestro experto en el tema Luis Rubén González*. No es necesario haber tomado el básico para poder participar en éste, pero sí es necesario tener nociones de subtitulaje.
Aún quedan algunos lugares, así que les sugerimos anotarse ya.
Si tienen alguna inquietud, no duden en escribirnos a talleresdelcirculo@gmail.com



*Luis Rubén González es licenciado en Relaciones Internacionales por la UNAM y cursó el Diplomado de Traducción Especializada en Ciencias Sociales impartido por el CELE. Se inició en el subtitulaje en 2008; algunos de sus clientes han sido MVS Televisión, P.C.T.V, Digifilms y Amara.

jueves, 28 de enero de 2016

Premio Lationoamericano al Diseño Editorial: últimos días






Diseñadores editoriales e ilustradores,

Les recordamos que el 12 de febrero se cierra la convocatoria para postular al II Premio Latinoamericano al Diseño Editorial que que se lleva a cabo en el marco de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.


miércoles, 27 de enero de 2016

Diplomado de edición

Queridos colegas,

Ya está por comenzar el 4to Diplomado de Edición organizado por Casa Refugio Citlaltépetl y Editorial Sexto Piso.



Aquí les compartimos los detalles de la invitación:

El curso se llevará a cabo del 11 de febrero al 17 de junio en las instalaciones de Casa Refugio, cada jueves de 7 a 10 de la noche.

Consta de 18 sesiones de tres horas cada una. El plan de estudios abarca todos los aspectos primordiales involucrados en la realización de un proyecto editorial, desde su concepción hasta su promoción en los diversos canales comerciales de nuestro país. Los alumnos recibirán clases de algunos de los actores más destacados en la industria editorial hispanoparlante.

Para aplicar, el alumno deberá mandar un currículum con fotografía y una carta de motivación al correo: contacto.casarefugio@gmail.com, a más tardar el 8 de febrero.  El costo total del curso es de $13,500 pesos para los alumnos que cubran el importe en una sola  exhibición, y de $15,000 pesos si deciden hacerlo en tres parcialidades.

Más información en:

martes, 26 de enero de 2016

Concurso de traducción: Close Approximations

Queridos colegas,

Les recordamos que el plazo para participar en el concurso "Close Approximations" organizado por la revista Asymptote es el 1 de febrero.

Aquí los detalles


lunes, 25 de enero de 2016

sábado, 23 de enero de 2016

Edición especial de Asymptote

Colegas,

Les contamos que ya salió la edición especial de esta gran revista de traducción que este mes celebra su quinto aniversario. 
¡Que la disfruten!







martes, 19 de enero de 2016

Taller de traducción de cómic



Queridos colegas,

El Departamento de Traducción e Interpretación del CELE invita al Taller de traducción de cómic que impartirá la Dra. María López Villalba, de la Universidad de Málaga, los días 27 y 29 de enero de 11:00 a 14:00 hrs. en las instalaciones del CELE-Tlalpan. 

(Justo hace unos días compartimos aquí el video de la charla que impartió María el mes pasado como parte del ciclo de las Charlas del Círculo de Traductores). 

El cupo máximo del taller es de 15 asistentes

A los interesados, se les informa que este taller no tendrá costo, por lo cual es INDISPENSABLE registrarse en el siguiente vínculo:


Una vez registrados, se les enviará un correo para solicitarles que confirmen asistencia. En caso de no obtener respuesta en 24 horas, su lugar quedará vacante. Favor de presentarse con una identificación.

sábado, 16 de enero de 2016

Video: Aprender a traducir con cómics

Queridos colegas,

A quienes no pudieron acompañarnos en la charla del Círculo de Traductores Aprender a traducir con cómics que se llevó a cabo el 9 de diciembre de 2015 y estuvo a cargo de María López Villalba, aquí les compartimos el video. 
¡Que lo disfruten!





https://www.youtube.com/watch?v=QnCfcTQ1V0k

viernes, 15 de enero de 2016

Taller de iniciación a la corrección de estilo

Queridos todos,





El Departamento de Traducción e Interpretación del CELE nos invita al "Taller de iniciación a la corrección de estilo" que impartirá Guadalupe Martínez Gil, del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM.


El taller comienza ya la próxima semana, los días 18, 20 y 22 de enero de 10:00 a 13:00 hrs., en las instalaciones del CELE-Tlalpan, así que aún están a tiempo.







Interesados deben preregistrarse en este enlace:

Una vez registrados, y para no perder su lugar, deberán completar su inscripción en las oficinas del Departamento de Traducción con los siguientes documentos :
1. Solicitud de inscripción impresa (original y dos copias), con los datos personales y del curso completos (se envía la solicitud en adjunto).
2. Comprobante de pago. Si hicieron el pago mediante depósito bancario, favor de entregar la ficha de depósito original con el nombre completo del interesado escrito con pluma en la parte superior de la cara frontal del comprobante (original y copia). Si desean pagar con tarjeta de crédito o débito(excepto American Express) en el CELE-Tlalpan, favor de pasar al módulo de recepción y luego entregar su recibo en las oficinas del DTI.

Especialización editorial de Versal, en la ciudad de México

Queridos colegas:

El próximo 6 de febrero da inicio la Especialización editorial que imparte, como cada año, el Centro Editorial Versal, S.C. La especialización está dirigida a profesionales de la labor editorial, incluidos los traductores, y la coordinan expertos con más de 30 años de experiencia editorial. 
 

Para mayores detalles se puede consultar la página http://www.versal.com.mx/capacitacion.html

jueves, 14 de enero de 2016

Controversia alrededor de una elección léxica

Queridos colegas:

Caterina Camastra, traductora al italiano de narrativa mexicana contemporánea, nos comparte un ejemplo de uno de los problemas fundamentales a los que nos enfrentamos los traductores: la elección de la palabra "más adecuada".

 
La calabacera de la discordia 
Caterina Camastra


“Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera?
Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte.”
Jonás 4:9 

Este diálogo tiene lugar entre Jonás y Yahvé. Jonás, acabadito de salir del vientre de la ballena y de quedar como charlatán en Nínive, cansado e irritado, se construye una choza en las afueras de la ciudad. Yahvé contribuye con un amparo del sol, una planta de las que se enredan y hacen techo. Jonás se alegra, mas Yahvé, a quien los arranques de buena onda nunca le suelen durar demasiado, decide mandar un gusano a devorar la planta. La versión oficial cuenta que lo hizo para enseñarle a Jonás una lección de piedad, sin renunciar, nótese, a la peculiar crueldad de estilo que es su sello de distinción. Y que diga Jonás que le fue bien, no pudo haber pasado de una insolación, finalmente. O si no, que le pregunte a Job qué tan mal puede llegar a irle a un hombre piadoso cuando a Yahvé se le ocurre involucrarle en uno de sus célebres caprichos. El caso es que Jonás sí se enoja y con cierta vehemencia, “hasta la muerte”, según contesta a la interpelación algo socarrona que se le dirige.

No soy ninguna erudita en temas bíblicos, cabe aclarar. Me tropecé con este versículo porque Alberto Chimal lo transcribe como epígrafe de su libro Grey, que yo traduje al italiano. Citas y epígrafes, sabemos, deben antes que nada buscarse en su fuente original, o bien en una traducción lo más canónica posible; con más razón, si se trata de textos sagrados. Al buscar, entonces, en la Biblia en italiano me encontré con lo siguiente: 
Dio disse a Giona: “Fai bene a irritarti così a causa del ricino?”. Egli rispose: “Sì, faccio bene a irritarmi così, fino a desiderare la morte”.
Amén de la falta de síntesis, ritmo y gracia del texto italiano frente al español, el problema más grande era perder la calabacera por el ricino. Calabacera suena a un mundo familiar de verduras y jícaras, con un curioso retintín de español ya un poco anticuado, como novela del XIX, como vals del Istmo: rima con friolera, 'cosa de poca monta, de poca importancia', comparte imagen con dar calabazas, 'decir que no'. Enojarse por una calabacera es al mismo tiempo ridículo y mortal, tal como narran los cuentos de Grey, dedicados a explorar las estrambóticas creencias de sectas religiosas fantásticas cuyo parecido con la realidad es totalmente intencional.

A lo mejor el ricino también hubiera podido sonar divertido, por aquello del aceite purgante; hubiera hasta podido ser cierto, avalado antes de la Biblia, desde la traducción del qiqi egipcio que Plinio propone en su Historia natural. Sin embargo, no me terminaba de convencer, tal vez porque con justa razón se puede uno enojar por el ricino (ocurriéndoseme tristes escenas italianas de fascista memoria); es decir, no me sonaba tan risueño y disparatado como enojarse por una calabacera. Hurgando un poco más en las diferentes traducciones bíblicas al español, esta calabacera resultó ser también mata de ricino, enredadera, planta frondosa o planta a secas. Y más: tal parece que el original hebreo, qiqayon, es un hápax legómenon, una ocurrencia solitaria; de ahí su dificultad de interpretación. Descubrí artículos, discusiones, sociedades eruditas enteras entregadas al estudio de la botánica en la Biblia, todo un universo de simpáticos chiflados, más que dignos de formar parte de las huestes sectarias de Grey. 

Las dificultades que tenía con mi epígrafe, me vine enterando, hacían eco de un problema de traducción de siglos. Y no se trata de una discusión cualquiera, sino nada menos que de una disputa escolástica como Dios manda, entre meros padres de la Iglesia. San Jerónimo, patrono de nosotros los traductores, entre finales del siglo IV y comienzos del V d.C. se dio la tarea de sistematizar y corregir la traducción de la Biblia al latín, integrando la versión que se conocerá como la Vulgata. Como buen traductor, y siendo que sabía hebreo, decidió remitirse a la fuente original, mientras que las traducciones latinas hasta ese momento se basaban en la versión griega, la Septuaginta. Entre otras intervenciones, san Jerónimo estimó oportuno cambiar la traducción de qiqayon y sustituir cucurbita, ‘calabacera’, por hedera, ‘hiedra’ o ‘enredadera’. Sus argumentos, basados en el análisis componencial y la sensata negociación, son maravillosamente modernos y le sonarán familiares a cualquier colega, amén de ser, como toda elección traductora, discutibles: 
En ese pasaje, donde la Septuaginta dice calabacera, y Aquila y los demás han optado por la palabra enredadera (kissos), el manuscrito hebreo usa ciceion, que significa, en el idioma actual de Siria, ciceia. Se trata de un tipo de arbusto de hoja anchas, como una vid, que cuando se siembra crece rápidamente hasta el tamaño de un pequeño árbol, que se sostiene solo, sin necesitar el soporte de palos o cañas como las calabazas y las enredaderas. Así que si yo, al traducir palabra por palabra, hubiera elegido ciceia, nadie hubiera sabido qué significa; si hubiera usado la palabra calabacera, habría agregado algo al texto hebreo. Así que me decidí por enredadera.
En todo esto, lo más interesante es que san Jerónimo esgrime tales argumentos en su correspondencia con otro santo y sabio, Agustín, quien le escribió alarmado por el botánico asunto. San Agustín sabía poco griego y de hebreo nada, pero eso era lo de menos. Resulta que se había enterado de que el obispo de Oea (la actual Trípoli) había tenido que enfrentar un tumulto de los fieles, escandalizados al oír algo diferente a lo que “era familiar a los sentidos y la memoria de todos los creyentes, y había sido cantado por tantas generaciones en la Iglesia”. Tal parece que los más sentidos fueron los griegos presentes, por aquello de la traición del kolokynthē de la Septuaginta. Parece también que, interpelados, los judíos locales confirmaron que sí, era calabacera y no hiedra. Para san Agustín, sin embargo, ni la naturaleza de la planta en cuestión, ni la competencia traductora de san Jerónimo finalmente importaban mucho: el peligro por conjurar era la introducción de cambios perturbadores en las reconfortantes letanías de la Fe. Como buen guardián de la Tradición, san Agustín estaba dispuesto a defenderla contra la traductología en ciernes, contra la peligrosa costumbre de la duda y la discusión, contra la misma verdad si fuera necesario. Más que una hiedra y una calabacera, aquí se enfrentan, ante los textos, el mundo, la vida misma, dos posturas epistemológicas irreconciliables. Está en juego nada menos que la friolera, o calabacera, del libre pensamiento crítico frente al sagrado deber de la conformidad y la obediencia.

Y sí, ¡cómo nos enojamos por las calabaceras! Cada uno por la suya, mucho, hasta la muerte. Se enojan los protagonistas de los cuentos de Grey, se enoja el buen Jonás, se enojan los fieles tripolitanos, se enoja san Agustín contra su buen amigo san Jerónimo. La disputa parece estar ya cifrada en el versículo, sustituyendo a Yahvé y Jonás por los dos santos varones: una de esas ocurrencias textuales que me hacen sentir un escalofrío de incomodidad y vacilar un momento en mi tranquilo ateísmo, considerando también que Alberto Chimal, cuando le conté toda esta historia, se mostró felizmente sorprendido; no la conocía. Tampoco sabía, para esto, que en su texto deambulaba otro hápax legómenon aparte de su destorcido personaje. Hay libros que logran asombrar hasta a sus autores.

En italiano, finalmente, opté por quedarme con la cucurbita en su variante de zucca da fiaschi, ‘calabaza para jícaras’, por razones que san Agustín, sin embargo, no hubiera aprobado: como dije en un principio, estaba preocupada por una traducción que mantuviera la irreverente gracia involuntaria del original, y para el caso me gustaron las connotaciones burlescas de ‘cabeza hueca’, ‘testarudez’ y ‘fracaso’ que en mi idioma se asocian a zucca y fiasco. Hasta san Jerónimo, mi patrono, pudiera tomársela como una ofrenda, como una barroca, irónica victoria.

Sobre la autora. Caterina Camastra (1976, Brescia, Italia). Diplomada en Traducción por la SSLMIT (Bolonia, Italia), licenciada en Idiomas por la Universidad de Westminster (Londres, Reino Unido), maestra en Literatura Mexicana por la Universidad Veracruzana, doctora en Letras por la UNAM, con estancias postdoctorales en la Universidad de Turín (Italia) y El Colegio de Michoacán. Sus principales intereses de investigación son el teatro en México en el siglo XVIII, la literatura tradicional y popular en el mundo hispánico, la traducción y la literatura comparada, las relaciones entre la cultura hispánica y la árabe-andalusí. Colabora como docente con la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Veracruzana. Es traductora al italiano de narrativa mexicana contemporánea (Hugo Hiriart, Verónica Murguía, Alberto Chimal, Alberto Ruy Sánchez, Sergio Galindo), principalmente para la editorial italiana independiente Bibliofabbrica, varias veces beneficiaria del programa Protrad del Fonca. Es autora de varios artículos en revistas académicas (La Palabra y el Hombre, Investigación Teatral, Contrapunto, Revista de Literaturas Populares, Boletín del Archivo General de la Nación) y colaboraciones en libros colectivos. También es autora de dos libros para niños (Ariles y más ariles. Los animales en el son jarocho, y Fiestas del agua. Sones y leyendas de Tixtla), publicados por la editorial El Naranjo y ganadores de diversos premios. Contacto: saeeda.bai@gmail.com

Imagen: “Jonás bajo la calabacera”, dominio público. Fuente: British Library Add 21160, f. 292v. Disponible aquí o acá.

miércoles, 13 de enero de 2016

Prórroga: Convocatoria 17° Encuentro Nacional de Profesores de Lenguas Extranjeras





Queridos colegas,

Les compartimos la noticia de que se ha ampliado el plazo para participar en esta convocatoria.

El evento se llevará a cabo el 1, 2 y 3 de agosto del 2016. Los talleres pre encuentro serán el 28 y 29 de julio de 2016.

La fecha límite para el envío de propuestas (ponencia, taller, mesa redonda y demo) se extiende al 
31 de enero de 2016.

Aquí el enlace para mayor información y para mandar las propuestas 

martes, 12 de enero de 2016

Lectura por la libertad y por la vida de Ashraf Fayadh

Queridos colegas,

PEN México y Casa Refugio Citlaltépetl invitan a la lectura en favor del escritor palestino, Ashraf Fayadh, condenado a muerte por apostasía en Arabia Saudita.
La lectura se realizará en más de veinte países de manera simultánea.
La cita es el jueves 14 de enero a las 19:00 hrs. en Casa Refugio. La entrada es libre.

Aquí pueden ver la transmisión en vivo vía streaming: 




Participan: Homero Aridjis • María Baranda • Carmen Boullosa • Hernán Bravo Varela • Rocío Cerón • Tanya Huntington • Rose Mary Espinosa • Alicia García Bergua • José Ángel Leyva • Víctor Manuel Mendiola • Eduardo Milán • Myriam Moscona • Christian Peña • Elena Poniatowska • Blanca Luz Pulido • Alicia Quiñones • Josué Ramírez • María Rivera • Magali Tercero • Eduardo Vázquez Martín • María Elena Ruiz


lunes, 11 de enero de 2016

Sobre el taller de traducción literaria alemán-español

Queridos colegas,

Hoy les compartimos este texto que nos hizo llegar Camila Fadda sobre su experiencia en el taller de traducción literaria alemán-español, impartido por Claudia Cabrera y Jorge Seca en el marco de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, con apoyo del Goethe Institut.



Traducción literaria, FIL Guadalajara 2015: una experiencia expansiva

La oportunidad de trabajar en sesiones grupales de traducción literaria (alemán/español), en el marco de la FIL Guadalajara 2015, fue posible gracias a la iniciativa y el afán de dos grandes traductores literarios y gestores, Claudia Cabrera (México) y Jorge Seca (España), quienes cuentan con una larga trayectoria en la realización de talleres, y al apoyo del Goethe-Institut en México y en Chile. En julio pasado fui seleccionada para la que fuera una experiencia expansiva, que no termina con la despedida de los participantes el último día. Todo lo contrario: para mí significa recién el comienzo de lo que espero se vaya convirtiendo, con el tiempo, en un ejercicio de formación continua, en mi quehacer principal y realización vocacional.

El equipo lo conformamos diez traductores más dos coordinadores, con quienes trabajamos intensamente durante 8 días en la traducción de extractos de la novela "Lo que hubiese sido", del escritor alemán Gregor Sander. Junto con las sesiones de traducción se realizaron una serie de actividades relacionadas: Congreso Internacional de Traductores San Jerónimo, Festival de Letras Europeas, distintos lanzamientos de autores de habla alemana, encuentro con editores, charlas informativas, etc. Todo esto sucedía en el centro neurálgico de Guadalajara, que por esos días era, sin duda alguna, la FIL.

El encuentro tuvo, a mi parecer, tres grandes logros: en primer lugar, el intercambio riquísimo entre traductores y traductoras hispanohablantes (con participación de: Argentina, Austria, Chile, Colombia, México, República Dominicana, España), donde se revelaron exquisitamente las diferencias idiomáticas, lingüísticas, estilísticas, interpretativas, etc. En segundo lugar, la cohesión y convicción de un grupo humano que ama el oficio de traducir, entre quienes finalmente se hablaba un mismo idioma, donde existen las diferencias, pero no las barreras. Y por último, y como bien dijo nuestra coordinadora Claudia Cabrera durante la charla sostenida junto a Jorge Seca en el Congreso Internacional de Traductores, "la articulación de redes entre colegas de diferentes países, que viene a ser el beneficio más importante de estos encuentros." Según Cabrera, estas redes son las que posibilitan, entre otras cosas, salir del aislamiento propio de la labor del traductor, establecer nuevos contactos y adquirir información que de otra manera sería de difícil acceso: autores, editoriales, tarifas, residencias de creación en el extranjero, talleres, becas y la posibilidad de poder abordar temas más específicos y locales como son los aspectos técnicos, contractuales, legales, etc. de la práctica profesional en los distintos países.


Este taller, como también lo fue el del año pasado realizado en Buenos Aires, organizado por el Goethe-Institut, y que culminó con la publicación de una edición bilingüe de la Nueva Poesía Alemana (Editorial VOX, compiladores: Timo Berger, Carla Imbrogno), constituyen para mí instancias necesarias y fundamentales en mi formación como traductora literaria de la lengua alemana y agradezco por ello profundamente a quienes mantienen y renuevan estas valiosísimas iniciativas, también con la intención de dignificar, visibilizar y valorar la labor del traductor, tantas veces invisible.

domingo, 10 de enero de 2016

Periódico de poesía 85


Hola a todos,

Por si aún no han revisado la edición diciembre 2015/enero 2016 del Periódico de Poesía de la UNAM, les recomendamos el especial de poetas chinos en traducción de Radina Dimitrova y Gaspar Orozco.
Aquí el enlace








                                                                              
崔馨予 
Cui 
Xinyu 







刘畅 
Liu 
Chang 










Alvin 
Pang

sábado, 9 de enero de 2016

Cuento: El traductor

Queridos colegas:

Compartimos con ustedes un cuento que nos envió Ana Karina Guzmán Bucio, estudiante de la carrera de Literatura Intercultural, producto de sus reflexiones y lecturas de la materia de Traducción.



El traductor
Ana Karina Guzmán Bucio

A Caterina y a David Huerta



“¡La traducción ha muerto! ¡Viva la traducción!”
José Ortega y Gasset

—De ninguna manera existe una traducción perfecta, toda traducción es ya otra versión del texto —dijo el traductor mientras miraba desafiante al demonio.
 —Mucho te equivocas, soberbio hombre; ¿acaso no sabes que la humildad es una de las virtudes que todo traductor debe poseer? Yo te mostraré un libro que no requiere traducción, que puede ser leído en todas las lenguas del mundo sin necesidad de que un traductor como tú meta su narizota.
 El traductor estaba sumamente intrigado. Nunca pensó que existiera un libro que no requiriera de sus servicios.
 —Muéstrame entonces ese libro —dijo el traductor.
 Entonces el demonio condujo al hombre a su biblioteca, una torre de Babel con estantes de caoba y libros de diversos tamaños. Abrió una caja y sacó de ella un libro voluminoso, que entregó al traductor, quien lo abrió con suma cautela, temeroso de lo que pudiera encontrar dentro. No había letra alguna, sólo blancos tipográficos, y una correcta disposición de los márgenes y las sangrías. Pero todas las páginas, excepto las páginas legales y el colofón, estaban vacías.
 —Me has engañado, demonio —dijo el traductor enojado.
 —No, no te he engañado. El silencio no necesita traducción alguna.
 —Demonio tramposo —exclamó el bibliotecario, un demonio viejo que estaba enterrado en una pila de libros, y quien entre sus dedos regordetes cargaba la última edición de un libro de Steiner—. El silencio, a mi parecer (y coinciden conmigo muchos traductores), es lo más difícil de traducir. Hay correctores de estilo, como ese que ves allá, que creyeron necesario hacer una ortografía del silencio, y es que allá abajo hay algunos escritores insolentes que hacen uso indiscriminado de él.
 El demonio se quedó atónito, arrebató el libro al traductor y se lo entregó al viejo, quien cogió sus lentes, comenzó a examinarlo minuciosamente y luego de esto dijo:
 —He confirmado mis sospechas: es uno de los libros más difíciles de traducir; ¿te has dejado engañar por la frase del New York Times que viene en la faja? —concluyó el viejo.
 —No —contestó el demonio—, ha sido un vendedor a domicilio; me ha dicho que este era, sin duda, el único libro que no requería traducción, que podría leerse en cualquier idioma. Siempre he odiado a los traductores porque sus traducciones casi siempre son inexactas y poco poéticas. Es más, algunos traductores son tan malos que se esconden en el anonimato porque ellos mismos se avergüenzan de su trabajo. Pero, cuando tenga a ese vendedor por aquí otra vez, su castigo será leer libros de superación personal —exclamó ya un poco exaltado.
 —Tanto te enojas por ese libro —dijo el viejo.
 —Mucho me enojo hasta la muerte —respondió el demonio en tono malhumorado, usando las palabras que Jonás dijo a Dios.
 El traductor lanzó un agudo grito para pedir la palabra.
 —Eres un demonio muy tramposo e insolente. Los traductores somos indispensables en la tierra; me atrevo a decir que también en el infierno, aunque ustedes los demonios no tengan traductores por acá más que para castigarlos. Sin nuestra heroica labor sería imposible la comunicación o la lectura de un idioma a otro. La traducción, mi estimado demonio, no es un acto mecánico de cambiar las palabras de un idioma por las de otro; al contrario, la traducción es una operación complejísima que requiere muchas habilidades: una de ellas es la de ser un distinguidísimo lector.
 El demonio se burló de ese discurso tan emotivo. Otro demonio, un poco panzón, salió de la sala de lectura; traía consigo un libro de bolsillo, del cual sólo se podía distinguir el nombre del autor: Monterroso. Lo dejó en un estante y dijo con voz grave:
 —Opino que el traductor no hace una, sino muchas funciones, las cuales se pueden revelar si echamos un vistazo a las múltiples metáforas a las que se recurre para describir el trabajo del traductor. Los traductores son como los doctores, en el sentido de que pueden, o deben, hurgar en las entrañas del texto y explorar entre sus tejidos para luego hacer un diagnóstico y saber cuál es la medicación (en traducción no sería medicación sino estrategia) adecuada; los traductores son, asimismo, como los ávidos lectores, que leen con los cinco sentidos para estar alerta de todos los significados de un texto. Todo traductor traduce con los cinco sentidos; he ahí una de las grandes dificultades de su trabajo, pues ¿cómo traducir un aroma a las palabras? Ante todo, el traductor es como un alguien que hace un viaje a un país extranjero, intentando descifrar, con sus propias herramientas, una realidad que no le pertenece. Con esto no niego la existencia de malas traducciones, pero, si pensamos la traducción como una forma para acercarnos a una obra a la cual no tendríamos acceso de no saber el idioma, entonces coincidiríamos en que, como escribió Monterroso, “es mejor leer a un autor importante mal traducido que no leerlo en absoluto”.
 A esa larga digresión replicó un joven demonio traductor, con aspecto dandi, también presente en esa sección de la biblioteca, que había permanecido en silencio desde que había comenzado la disputa:
 —Yo creo que aquel traductor que no sea siervo del poeta no es bueno. En las grandes obras maestras siempre habrá algo que sea imposible de traducir: el genio del poeta. Puesto que en su obra, como bien escribió Victor Hugo, “la palabra es la carne de la idea y esta carne vive”, ¿cómo podría un mal traductor traducir eso?
 El viejo demonio bibliotecario, al que ya tenían olvidado, intervino con voz severa:
 —Me temo que su discusión está motivada por una falta de entendimiento del trabajo del traductor. Propongo que usted, señor demonio, traduzca un par de versos, a ver si le parece una tarea fácil. Traductor, le propongo que por esta vez cambie su papel y sea lector; aunque bien sé yo que es poca la diferencia, pues todo traductor es un lector.
 Entonces el viejo se puso a hurgar entre los estantes y sacó un pequeño libro de pasta dura: era un volumen de poesía dadaísta. Lo abrió en la página tres; era un poema inédito de Hugo Ball. El demonio leyó el poema una y otra vez. A decir verdad, nunca le había gustado la corriente dadaísta, y mucho menos Hugo Ball. Por la disposición tipográfica, que, según los dadaístas, era de gran importancia para la significación del poema, era difícil pensar en una traducción literal. Además, el demonio encontró en el poema un par de silencios que lo pusieron en un gran aprieto: ¿debían o no ser traducidos?
 El demonio estaba dubitativo; ya no sostenía lo que había afirmado con tanta seguridad acerca de la traducción de los silencios. Ahora, según su interpretación, era necesario traducirlos. Le vino a la mente una discusión con el viejo, quien, influido por una lectura de Ortega y Gasset, le había comentado que los traductores, al traducir, a veces revelaban lo que la lengua de partida callaba. El demonio pensó que era pertinente hacer explícito el significado de ambos silencios. Creyó que era posible traducirlos por silencios musicales, pues recordaba bien que la poesía era inseparable de la música. Como lo que traducía era un poema dadaísta, se tomó esa y otras libertades.
 Cuando terminó, el traductor lo esperaba en la biblioteca junto con el viejo; ambos tomaban café y leían pasajes de la traducción de Shakespeare hecha por Moratín, comparando los criterios de traducción de este con una edición de la traducción de Segovia. El traductor alegaba que los criterios de Moratín estaban permeados por la ideología nacionalista de la España del XVIII. El viejo coincidía con él; ambos creían que la traducción de Segovia merecía un buen aplauso, porque dicho traductor había desempolvado la significación de la famosa frase del monólogo de Hamlet.
 El traductor tomó la traducción del demonio. A medida que la leía, su rostro se contraía. De manera opuesta a lo que él esperaba, la traducción no era tan mala. La estrategia usada por el demonio era evidente, había optado por hacer una traducción homofónica.
 El demonio se regodeaba al ver la cara de sorpresa del traductor, quien expresó que Ball no podía haber sido mejor traducido. Sin embargo, uno de los demonios, el dandi, comentó:
 —Tu traducción no ha respetado el genio del poeta; yo la condeno a quemarse entre las malas traducciones del Ulises. Ante todo, la traducción debe respetar el genio del poeta; si no, tan sólo es una semitraducción.
 Otro dijo que la disposición tipográfica había sido violentada. El traductor defendió la traducción del demonio, quien, a falta de argumentos y de notas a pie de página, se había quedado callado.
 El viejo intervino nuevamente para calmar el alboroto:
 —No existe una, sino muchas traducciones de un mismo texto. Las hay buenas y las hay malas, pero no hay peor cosa que un texto que se vuelve estático. La traducción es movimiento. Es un constante desensamblaje y reensamblaje de significados.
 Todos los demonios guardaron silencio mientras el viejo hablaba.
 Después de que todos hubieron quedado satisfechos con su discurso, el demonio sugirió darle al traductor el voluminoso libro que había dado origen a la riña entre ambos, para que lo tradujera, pues, según concluyó el demonio —recordando un pasaje del Quijote—, “en peores cosas podría ocuparse el hombre”.

Ana Karina Guzmán Bucio es originaria de Ciudad Hidalgo, Michoacán. Actualmente cursa la carrera de Literatura Intercultural en la Escuela Nacional de Estudios Superiores, de la Universidad Nacional Autónoma de México, en Morelia, Michoacán.

Fuente de la ilustración: https://openclipart.org/detail/123151/demon-reading-book

viernes, 8 de enero de 2016

Taller avanzado de subtitulaje


Queridos colegas:

Nos complace recordarles que, durante el próximo mes de febrero, Luis Rubén González impartirá el Taller Avanzado de Subtitulaje, el cual se planteó como respuesta al éxito que tuvieron los tres talleres prácticos básicos impartidos el año pasado en mayo, julio y noviembre.

Si alguno de ustedes ya tomó el taller básico o ya tiene nociones de subtitulaje, le recomendamos apartar su lugar cuanto antes.

 

Luis Rubén González es licenciado en Relaciones Internacionales por la UNAM y cursó el Diplomado de Traducción Especializada en Ciencias Sociales impartido por el CELE. Se inició en el subtitulaje en 2008; algunos de sus clientes han sido MVS Televisión, P.C.T.V, Digifilms y Amara.

jueves, 7 de enero de 2016

Programa de promoción a la traducción del Goethe-Institut

Queridos colegas traductores y editores:

El Goethe-Institut cuenta con un programa de fomento a la traducción de obras de autores alemanes. En su página de México ofrece información sobre sus condiciones de financiamiento y el calendario para presentar solicitudes de acuerdo con el tema de la obra, así como sobre las traducciones apoyadas hasta este momento, que corresponden a libros del Fondo de Cultura Económica, Almadía y Herder: http://www.goethe.de/ins/mx/es/lp/kul/ser/uef.html

 Una librería en Fráncfort (Osiandersche Buchhandlung. OSIANDER Frankfurt/Main; Fuente)

miércoles, 6 de enero de 2016

Convocatoria: Concurso 47 de Punto de Partida

Queridos colegas:

La revista Punto de Partida convoca a estudiantes de bachillerato, licenciatura y posgrado de México a su Concurso 47, que entre sus diferentes categorías incluye la de traducción literaria inglés-español y francés-español. La extensión de los textos deberá ser de cinco a diez cuartillas y su fecha límite de entrega es el 29 de febrero de 2016. La convocatoria completa puede consultarse en:

http://www.puntodepartida.unam.mx/images/stories/concursos_y_convocatorias/convocatoria-47.pdf