lunes, 11 de enero de 2016

Sobre el taller de traducción literaria alemán-español

Queridos colegas,

Hoy les compartimos este texto que nos hizo llegar Camila Fadda sobre su experiencia en el taller de traducción literaria alemán-español, impartido por Claudia Cabrera y Jorge Seca en el marco de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, con apoyo del Goethe Institut.



Traducción literaria, FIL Guadalajara 2015: una experiencia expansiva

La oportunidad de trabajar en sesiones grupales de traducción literaria (alemán/español), en el marco de la FIL Guadalajara 2015, fue posible gracias a la iniciativa y el afán de dos grandes traductores literarios y gestores, Claudia Cabrera (México) y Jorge Seca (España), quienes cuentan con una larga trayectoria en la realización de talleres, y al apoyo del Goethe-Institut en México y en Chile. En julio pasado fui seleccionada para la que fuera una experiencia expansiva, que no termina con la despedida de los participantes el último día. Todo lo contrario: para mí significa recién el comienzo de lo que espero se vaya convirtiendo, con el tiempo, en un ejercicio de formación continua, en mi quehacer principal y realización vocacional.

El equipo lo conformamos diez traductores más dos coordinadores, con quienes trabajamos intensamente durante 8 días en la traducción de extractos de la novela "Lo que hubiese sido", del escritor alemán Gregor Sander. Junto con las sesiones de traducción se realizaron una serie de actividades relacionadas: Congreso Internacional de Traductores San Jerónimo, Festival de Letras Europeas, distintos lanzamientos de autores de habla alemana, encuentro con editores, charlas informativas, etc. Todo esto sucedía en el centro neurálgico de Guadalajara, que por esos días era, sin duda alguna, la FIL.

El encuentro tuvo, a mi parecer, tres grandes logros: en primer lugar, el intercambio riquísimo entre traductores y traductoras hispanohablantes (con participación de: Argentina, Austria, Chile, Colombia, México, República Dominicana, España), donde se revelaron exquisitamente las diferencias idiomáticas, lingüísticas, estilísticas, interpretativas, etc. En segundo lugar, la cohesión y convicción de un grupo humano que ama el oficio de traducir, entre quienes finalmente se hablaba un mismo idioma, donde existen las diferencias, pero no las barreras. Y por último, y como bien dijo nuestra coordinadora Claudia Cabrera durante la charla sostenida junto a Jorge Seca en el Congreso Internacional de Traductores, "la articulación de redes entre colegas de diferentes países, que viene a ser el beneficio más importante de estos encuentros." Según Cabrera, estas redes son las que posibilitan, entre otras cosas, salir del aislamiento propio de la labor del traductor, establecer nuevos contactos y adquirir información que de otra manera sería de difícil acceso: autores, editoriales, tarifas, residencias de creación en el extranjero, talleres, becas y la posibilidad de poder abordar temas más específicos y locales como son los aspectos técnicos, contractuales, legales, etc. de la práctica profesional en los distintos países.


Este taller, como también lo fue el del año pasado realizado en Buenos Aires, organizado por el Goethe-Institut, y que culminó con la publicación de una edición bilingüe de la Nueva Poesía Alemana (Editorial VOX, compiladores: Timo Berger, Carla Imbrogno), constituyen para mí instancias necesarias y fundamentales en mi formación como traductora literaria de la lengua alemana y agradezco por ello profundamente a quienes mantienen y renuevan estas valiosísimas iniciativas, también con la intención de dignificar, visibilizar y valorar la labor del traductor, tantas veces invisible.

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