La aventura de traducir la "Odisea"
La UNAM publicó recientemente una edición en español que fue realizada por el investigador Pedro C. Tapia Zúñiga
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A Pedro C. Tapia Zúñiga nunca se le había pasado por la cabeza, ni por
equivocación, hacer la traducción directa del griego de la Odisea de
Homero, no sólo por la aventura tan grande del proyecto, sino también
porque México no tenía su propia edición. Por eso, el día en que Rubén
Bonifaz Nuño le impuso esa misión la acometió con tal pasión que ha
leído todas las versiones no sólo en español, sino también en inglés,
alemán y por supuesto griego. Dedicó 12 años de su vida a llevar a cabo
esta tarea.
La odisea de traducir este magno poema épico de Homero fue titánica y
absorbente porque “quise lo mejor en español, a partir del texto griego
que me pareció el mejor. Por lo ‘mejor en español’ me refiero a un texto
coherente, con ritmo y fiel al texto griego”, señala en el prólogo del
libro, el profesor de griego en la UNAM desde hace más de 35 años e
investigador del Centro de Estudios Clásicos del Instituto de
Investigaciones Filológicas de la misma universidad.
La traducción bilingüe de Tapia Zúñiga —griego/español— es con base en
el texto griego Homeri Odyssea, de Peter von der Muehll, la cual cuenta
con una introducción del filólogo alemán Albrecht Dihle; paralelamente
cuenta con un libro de apoyo que el investigador fue escribiendo a la
par de la traducción: Vocabulario y formas verbales de la Odisea, útil
para estudiantes e investigadores dedicados al tema.
El ritmo que impuso el investigador a la Odisea que ha sido publicada
por la UNAM en la Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum
Mexicana, tiene el interés, de algún modo, de acercar al oído del lector
moderno algo del ritmo del canto de Homero, ese poeta y relator al que
se le atribuyen dos obras fundamentales de la literatura la Iliada y la
Odisea.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Tapia Zúñiga asegura:
“Hay y hubo muchos Homeros”. Cuenta que la tradición dice que hacia el
siglo VI antes de Cristo, un tirano benévolo y culto, Pisístrato, fue el
primero que mandó publicar los libros de Homero, la Ilíada y la Odisea,
tal como hoy los tenemos, tal como lo contó Cicerón, a mediados del
siglo I.
“Desde entonces, hasta el siglo XIX siempre se tuvo a Homero como autor de dichos libros. Sin embargo, ya desde antes de Cristo no se sabía a ciencia cierta quién era ese Homero, ni de dónde era: muchas ciudades, incluyendo a Atenas, se jactaban de ser la patria de ese hombre. Curiosamente, hoy se duda incluso de su existencia y de su autoría de esos poemas; es decir, por ejemplo, estamos seguros de que hubo un Octavio Paz que escribió El laberinto de la soledad y El arco y la lira, pero no existe la certeza de que haya existido un Homero que escribió la Ilíada y la Odisea. Hablar de Homero y de sus obras es un problema tan difícil, que ha sido bautizado con un nombre propio: ‘La cuestión homérica’”.
El mayor de los poetas
El investigador y autor de Georgias. Fragmentos, Calímaco. Himnos y
epigramas y Fenómenos, dice que más allá de la llamada cuestión
homérica, de si existió o no existió Homero, de si escribió los dos
poemas, la Ilíada y la Odisea, de si es un Homero el autor de la Ilíada y
otro, el de la Odisea, de si fueron varios autores y un solo Homero el
que hizo la redacción definitiva, etcétera, etcétera, el hecho es que la
Ilíada y la Odisea estuvieron y están indisolublemente unidas al nombre
de Homero que fue, ya desde la antigüedad, “el máximo poeta y el
primero de los trágicos”.
“Lo importante es el hecho de que tenemos esos poemas; en concreto, lo
importante es que tenemos la Odisea, un gran poema, relevante en
muchísimos aspectos, igual que la Ilíada: se dice que Homero fue el gran
educador de los griegos, y, pues, bien o mal, los griegos nos
educaron”, afirma el académico universitario.
Pedro C. Tapia Zúñiga celebra los personajes de Homero: mujeres,
hombres, dioses y semidioses “muchos de sus personajes son arquetípicos,
como los llama Jung: piénsese en la fiel Penélope, en la simpática
Circe, en el paciente y noble Odiseo, en el cruel Cíclope, en las
seductoras Sirenas, etcétera”; pero también celebra la mitología o la
teología de Homero; y en particular la concepción homérica del ser
humano grandiosa y realista: “Homero nos declaró libres del destino y
responsables de nuestros actos, sin dejar de advertirnos, bella y
literalmente: ‘La tierra no nutre más frágil que el hombre a ninguno /
de todos los seres que viven’”.
Pero también está contenida en la Odisea, la filosofía, la ética de
Homero. Tapia Zúñiga señala: “El gran lírico romano, Horacio, confiesa
que más que los filósofos Crisipo y Crántor, es Homero el que nos enseña
más fácilmente, y mejor, qué es lo bello, qué es lo torpe, qué es útil y
qué no es útil”. A todos estos elementos se suman cuestiones de
historia.
“Más bien me gustaría mencionar otros aspectos, también concretos, pero
más simples; por ejemplo, la belleza de los poemas: Homero sabe mezclar
lo útil con lo dulce, y presentar todo eso en una forma impecable. Ojalá
que mi traducción refleje algo de esas cualidades”, afirma el
investigador.
Para Pedro C. Tapia Zúñiga la Odisea sigue siendo una de las obras más
hermosas: “Entre más la leas, más te gusta, y en cada lectura notas
otros detalles”. Su traducción intenta mostrar lo qué piensa de ese
libro y cómo lo siente, también qué pasajes le parecen los más bellos de
esa obra.
“Es difícil recomendar algunos pasajes concretos o algún libro en
particular. Precisamente eso me preguntó un niño en la pasada
presentación de la Odisea en la Feria internacional del Libro. Debí
decirle que, para empezar, le recomendaba la lectura del Cíclope, el
libro IX”, comenta el investigador.
Sabe que no es bueno forzar la lectura de algún libro pero cualquier
persona bien podría leer la Odisea, porque le va a gustar más allá de en
cuál de las traducciones la lea.
“Hay traducciones en todos los idiomas; hay varias en español, todas muy
buenas; podría decirse que hay traducciones para todos los gustos; la
mía, mi traducción, es una traducción más; puede gustar o no gustar, no
tiene que gustarte, hay de gustos a gustos. Aunque, bueno, no sería malo
que volviéramos a pensar en la educación del gusto, en la pregunta de
‘¿Por qué me gusta?’ ”, señala el académico.
Doce años después de que Bonifaz Nuño le externara que quería una
traducción de la Odisea para la Biblioteca Scriptorum Graecorum et
Romanorum Mexicana, que dirigía Bonifaz y que era la colección bilingüe
más completa en el ámbito de habla hispana, Tapia Zúñiga concluyó el
ambicioso proyecto. Esta edición mexicana de la Odisea, a decir de
Albrecht Dihle, autor del estudio introductorio, “aviva el vicio de
leer, o de volver a leer, estas dos epopeyas, que, por otra parte, son
fuente sempiterna para nutrir la imaginación aun de las mentes más
reacias al mundo de la creación”.
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