Colegas:
Nos comparte Alfredo Villegas el texto de la ponencia "La traducción de cómics como área de especialización", que presentó el pasado 19 de febrero en el Primer Foro de Traducción Especializada (FITE), en la UNAM. Lo reprodujo en su blog House of Ñ. Un blog de traducción de cómics el 24 de abril, y de ahí lo tomé para reproducirlo aquí.
Si entran a su blog, encontrarán además el video de una charla que realizaron el pasado 24 de mayo tres traductores de cómics: el mismo Alfredo Villegas por parte de Kamite, Azgard Contreras por parte de Bruguera y Alberto Calvo por parte de Panini. Y encontrarán también el artículo "Cómics: la necesidad de traducir", publicado originalmente en la revista Comikaze núm. 22.
Quedan con Alfredo Villegas y lo que nos comparte. Saludos,
Lucrecia
La traducción de cómics como área de especialización
Alfredo Villegas
El pasado 19 de febrero tuve la oportunidad de participar en el primer Foro Internacional de Traducción Especializada, FITE 2014, con la ponencia titulada "La traducción de cómics como área de especialización". Debido a que no pude grabarla, la alternativa que tengo es compartirles el texto que escribí. Lo que se pierde son las explicaciones de los ejemplos presentados, pero el grueso del contenido se conserva.
INTRODUCCIÓN
La narrativa gráfica, también conocida por otros nombres
como historietas, cómics, tebeos y arte secuencia, es probablemente el medio
artístico menos reconocido y que más rechazo recibe al momento de nombrarlo
como tal.
Con más de un siglo de edad, siendo casi contemporáneo del
cine, mucha gente aun rechaza que los cómics sean un arte. Esta percepción
generalizada repercute también en su tratamiento como material de traducción y
área de especialización. A pesar de que la traducción de cómics en México
representa una industria con más de 70 años de antigüedad, se ha dedicado muy
poca atención académica a su teoría y práctica.
Debido a que el cómic es un medio artístico narrativo,
nuestro primer impulso podría inclinarnos a creer que sólo se necesita el
trasfondo de la traducción literaria para abordar éste otro tipo de arte. Sin
embargo, el lenguaje de la narrativa gráfica se crea mediante la profunda y
compleja interrelación entre texto e imagen, lo que da lugar a diversas
particularidades, cuya comprensión es indispensable para la labor del
traductor. Para empezar a ahondar en la naturaleza de esta interrelación, hay
que partir de la tipología textual que opera en los cómics.
I.
Tipología textual
I. 1 Globos de diálogo.
Este tipo de texto, posiblemente el más icónico
y representativo de los cómics, abarca los diálogos, enunciaciones y
pensamientos de los personajes en el panel.
Figura 1. Rachel Rising. Abstract
Studios.
Los globos no son solo el espacio donde se
coloca el texto que simula habla, sino también pueden habilitar una
representación de diversos elementos paralingüísticos, como dicción, tono,
cadencia y volumen, por ejemplo, en combinación con el uso de tipografías. En la figura 1, la
reducción del tamaño de fuente sirve para indicar un descenso de
volumen en el habla. En la figura 2, vemos la combinación de tres
diferentes recursos: la forma del globo, el cambio de tipografía y la
distribución irregular del texto para indicar diversas emociones y
tonalidades en el habla.
Figura 2. Rachel Rising. Abstract Studios.
I. 2 Recuadros con narración y
anotaciones
Los recuadros de texto por lo general se
sobreponen al panel y opacan parte de la ilustración, suelen contener narración
ya sea en tercera persona o de alguno de los personajes, por lo que es común
que dupliquen las funciones de los globos.
Figura 3. Watchmen. DC Comics.
I. 3 Paratextos
Éstos
son los carteles, señalamientos, materiales impresos como diarios y otros elementos
textuales que son parte de la composición gráfica. Aquí se incluyen también las
onomatopeyas, las cuales son representaciones gráfico-textuales de sonidos
ambientales o enunciaciones verbales no discursiva, como gritos, susurros,
llanto, chasquidos, etcétera.
Figura 4. Locke & Key. IDW Publishing.
En este
punto, cabe añadir la distinción entre paratextos intradiegéticos y
extradiegéticos, dependiendo de si los textos son legibles para los personajes
y si su lectura cumple alguna función en la historia o no. Las onomatopeyas casi invariablemente son extradiegéticas,
es decir, solo son legibles para el lector.
I. 4 Títulos.
En este punto, la práctica se ha tenido que
ceñir a diversos estándares y requisitos de cada mercado editorial. Por ejemplo, durante
algunas décadas, la Secretaría de Gobernación impuso la regla que los títulos
de las revistas periódicas debían estar en español. Este criterio, que
actualmente ya no se sigue, de incorporarse nuevamente sin duda provocaría
rechazo en la mayoría de los lectores, quienes ya están acostumbrados a que los
títulos se conserven como en el original, al igual que con los nombres de los
personajes. Sin embargo, hay que tener en mente que tratándose de traducción no
hay soluciones unívocas y universales, y que las estrategias que funcionan en
un mercado pueden no ser óptimas en otro. Tomemos por ejemplo el cómic Chew, de John Layman y Rob Guillory.
Figura 5. Chew. Image Comics.
En su versión francesa, el título se cambió al
nombre del protagonista “Tony Chu, Detective Cannibale”. En el mundo de habla
hispana, tanto en la versión española de Planeta de Agostini como la mexicana
de Editorial Kamite el título no se alteró. Sin embargo, en el tratamiento del
subtítulo “Taster's choice”, que es el nombre del primer arco argumental de
cinco números, sí hay una diferencia notable. Mientras que la versión española
empleó “Al gusto del consumidor”, en la mexicana se aprovechó la oportunidad
para una referencia a la cultura local, citando el bolero “Sabor a mí”, con la
intención de apelar al interés de más lectores.
I. 5 Metatextos.
Estos son los textos adicionales que se incluyen
en un cómic: editoriales, sección de cartas, página de créditos y otros anexos.
También se incluyen aquí los textos que son referenciales a otras obras, como
citas y epígrafes, que presentan una problemática particular para decidir si se
propone una nueva traducción, y bajo qué criterios se realiza, o si se emplea
alguna ya existente.
Figura 6. Watchmen. DC Comics.
II. Particularidades de la
traducción de cómics
La primera particularidad de la que el traductor necesita
estar consciente es la profunda interrelación que se da entre imagen y texto.
Más allá de la noción simplista que el cómic es una forma híbrida de literatura
y arte pictórico, la narrativa gráfica se crea en la compleja interacción entre
los elementos visuales textuales y no textuales.
Un ejemplo de un uso
sofisticado (ver figura 3) de esta interacción está en los recuadros de texto de la continúan la conversación entre dos
detectives que analizan una escena de crimen, pero además funcionan como un
modo de “pista narrativa secundaria” que agrega comentarios irónicos a la luz
de la forma en que el asesinato ocurrió.
En este punto, tradicionalmente se ha enmarcado a la traducción de cómics en la categoría conocida como
“traducción subordinada”. Carmen Valero Garcés la define de la siguiente forma:
“Por subordinada se entiende aquella traducción en la que el texto se encuentra
acompañado y, en mayor o menor medida, sometido a códigos extralingüísticos
(visuales, sonoros y tipográfìcos fundamentalmente) que restringen y encauzan
el margen de actuación del traductor.” (Valero, 77)
Ante este enfoque, otros autores destacan la importancia de
tratar la traducción de este medio desde un enfoque semiótico que
considera que los cómics, antes de ser
un medio con información textual, son un medio con información visual. Los
textos que podemos ver, antes de ser letras, son imágenes en sí y son parte de
una composición visual, tal como lo demostró Will Eisner.
Figura 7. A Contract with God. Baronet Press.
II. 1 Información incompleta
Esta particularidad se presenta especialmente en
el tratamiento de series nuevas y que aún se están publicando. El traductor por
lo general solo tendrá acceso al material que ya esté en circulación, sin
información privilegiada por parte de los autores. En algunos casos, los giros
y sorpresas en la trama pueden provocar que una elección de traducción resulte
en una ambigüedad o error. Por ejemplo, cuando a un personaje se le menciona
números antes de su aparición, y no hay un indicativo claro de su sexo, podría
incurrirse en el error de atribuirle el género gramatical incorrecto.
II. 2 Labor supeditada
La
tarea de integrar el texto traducido a la página depende de terceros,
generalmente de un diseñador gráfico, cuya labor se ve habilitada o limitada
tanto por la tecnología con que cuente, como por el tipo de archivos y los
lineamientos que se reciben de la editorial que concede la licencia.
El
tratamiento de los paratextos es el área donde más se destaca el carácter
particular de la traducción de cómics ya que, al ser parte de la composición
gráfica, depende de la forma en que se entreguen los archivos gráficos si
modificarlos es viable, considerando la dificultad técnica, el tiempo necesario
y deseable para hacerlo, las competencias del equipo de trabajo, así como la
relevancia de dichos textos para el desarrollo de la trama.
CONCLUSIÓN
Este bosquejo de las particularidades de la traducción de
cómics puede ser útil para considerar la incorporación de otros campos de
conocimientos a su práctica. Por ejemplo, la mercadotecnia puede brindar
información sobre los hábitos de lectura del mercado a donde se va a insertar
un cómic, así como las posibles preferencias con respecto al uso de
coloquialismos, formato de la publicación, costos, periodicidad y otras
cuestiones que pueden repercutir en la labor del traductor.
La semántica puede ayudar al equipo editorial a valorar los
signos no verbales que aparecen en las viñetas (lenguaje corporal, gestos) y el
grado en que para su adaptación es deseable, o incluso indispensable, contratar
ilustradores que puedan modificar las imágenes. En este punto, Nadine Celotti
arguye que “El debate en la traducción de cómics se ha caracterizado por la
perspectiva que la presencia de los globos son una limitante a la libertad del
traductor, operando de forma muy similar a la sincronía de labios en el
doblaje. Este concepto de la imagen como restricción suele ir de la mano con el
concepto de la universalidad pictórica”(Celotti 34) .
Los cómics son un espacio de constante innovación en el uso
de recursos ortotipográficos, como los signos de puntuación, por lo que
conviene tener en mente la posibilidad de agregar usos no convencionales a las
normas hispánicas.
La pragmática es el subcampo de la lingüística que se
interesa por el modo en que el contexto influye en la interpretación del
significado. El contexto debe entenderse como situación, ya que puede incluir
cualquier aspecto extralingüístico: situación comunicativa, conocimiento
compartido por los hablantes, relaciones interpersonales, etcétera. Tal como se
explicó en I.1, en la narrativa gráfica los diálogos conversacionales son muy
predominantes.
Con respecto al campo profesional de la traducción, es bien
conocido el fenómeno de realimentación que se da entre academia, industria y
sociedad. Las demandas del mercado propician el desarrollo de una industria,
que a través de sus profesionales y practicantes coloca productos traducidos a
disposición del público consumidor. Los hábitos de consumo incentivan los
intereses personales que culminan en el estudio universitario donde está la
oferta de conocimiento. A su vez, la academia se debe encargar de formar a los
nuevos participantes, cuya preparación será la base del estándar profesional
que se fije en la industria.
De la misma forma en que los traductores profesionales han
invertido tiempo en adquirir el saber que tienen, es igualmente valioso que
puedan aportar sus experiencias para contribuir al conocimiento colectivo.
Al igual que en otros campos especializados, la traducción
de cómics también puede y debe ceñirse a criterios profesionales, y no es, como
algunos podrían pensar, una labor plenamente subjetiva y arbitraria, o que
puede realizar cualquier aficionado bilingüe.
BIBLIOGRAFÍA
Celotti, Nadine (2008). “The Translator of Comics as a
Semiotic Investigator” en Comics in Translation. Manchester: St. Jerome
Publishing.
Eisner, Will (1978). A Contract with God. Baronet
Press.
Hill, Joe y Rodríguez, Gabriel (2008). Locke and Key.
IDW Publishing.
Layman, John, y Guillory, Rob (2009) Chew. Image
Comics.
Moore, Alan y Gibbons, Dave (1986). Watchmen. DC
Comics.
Moore. Terry. (2012) Rachel Rising. Abstract Studio.
Valero, Carmen (2000). La traducción del cómic: retos,
estrategias y resultados. Universidad de Alcalá.
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