Queridos colegas,
Nos da mucho gusto compartir la noticia de que la traducción al español de la novela La muerte de mi hermano Abel de Gregor von Rezzori, a cargo de José Aníbal Campos, está entre las finalistas del Premio Esther Benítez que otorga la Asociación de Traductores de España.
Como recordarán, Aníbal estuvo el año pasado en México presentando la novela, editada por Sexto Piso.
En esta entrada reprodujimos una interesante nota de Vicente Luis Mora sobre el libro:
¡Muchas felicidades, Aníbal!
Y aprovechando esta feliz noticia, les recomendamos la entrevista al traductor: "Una Torre Eiffel con mondadientes. Charlando con Jose Aníbal Campos", que apareció hace unos días en el estupendo blog de entrevistas "Iletrado, pero cuerdo."
Reproducimos aquí los tres primeros párrafos:
«Cada nueva traducción es, en cierto modo, un acto de desaprendizaje y aprendizaje a la vez. Se requiere de una investigación casi policial, casi al estilo de los grandes detectives: todo es importante, las manías del autor, sus gustos, su posición política, sus olores corporales». Estas consideraciones forman parte de una reflexión aun mayor sobre la traducción a raíz de una conversación ininterrumpida que mantengo con ese «deslenguado» y queridísimo traductor llamado José Aníbal Campos —Aníbal para los que tenemos la fortuna de llamarlo amigo—.
Hace casi dos años que iniciamos ese diálogo o charla o toma y daca o llámenlo como quieran, y como no podía ser de otro modo, la figura de un tal Gregor von Rezzori siempre ha estado presente. Cerca de una década lleva ya dedicándole horas y horas a traducir la narrativa del autor alemán, un auténtico viaje hacia las profundidades de su ser, con sus manías, sus gustos, su posición política… Da la sensación de que Aníbal ha decidido emprender una «cruzada» para reivindicar la figura de un escritor verdaderamente genuino, una especie de abogado del diablo que fue objeto de un claro ostracismo por parte, como diría Aníbal, «de los poderes fácticos de la cultura debido a su negativa a participar en la hipocresía del mundillo cultural». ¡Cómo resistirnos ante un escritor capaz de eso!
Con motivo de la publicación de Caín. El último manuscrito, que publica Sexto Piso —a los que debemos estar agradecidos enormemente por atreverse a recuperar la figura de este escritor y personaje irónico y entrañable que no sólo logra encandilar a las mujeres de buen ver—, Aníbal y un servidor intentamos, nuevamente, indagar a fondo en la escritura de esta obra, de su autor y de cómo la realidad nunca dejará de sorprendernos por caprichosa, injusta y abstracta. Al igual que Rezzori, lo de ser políticamente correcto nos importa más bien poco. Esperamos que disfruten de esta entrevista, pero, sobre todo, esperamos que lean a Rezzori, pues bien vale una misa.
Aquí pueden continuar leyendo la entrevista. ¡Que la disfruten!
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