El día de hoy queremos compartir con ustedes esta importante reflexión de Rocío Montiel sobre algunos de los aspectos que a veces no vemos de lo que implica llevar una vida como traductores. Este artículo reflexiona sobre muchos de los puntos que se tratarán en la charla de este miércoles 23 de septiembre sobre Sedentarismo, autonomía y calidad de vida que impartirá Atenea Acevedo. Esperemos que les guste y los esperamos el miércoles en el Centro Cultural España.
Tiempo y salud: aspectos fundamentales en la vida de los traductores por María del Rocío Montiel
Como quiera que haya sido el inicio de cada uno en el mundo de la traducción, lo cierto es que una vez comenzado el camino, los traductores se encuentran ante un mundo que puede brindar muchas satisfacciones pero también muchas complicaciones. Una de las cuestiones fundamentales en su vida profesional es decidir la forma de trabajar: puede ser un traductor independiente o trabajar para una empresa o agencia de traducción. Esa decisión determinará el tiempo que dedique a su trabajo y a su vida personal.
Hoy en día, un traductor debe profesionalizarse para poder realizar un trabajo responsable y de calidad, y por ello suele estar en una dinámica de constante formación y actualización de sus conocimientos y su práctica. Pero el traductor independiente no sólo debe prepararse para perfeccionar su profesión, también debe funcionar como una pequeña empresa que debe organizar de principio a fin. Debe considerar el tiempo necesario para llevar la gestión de su negocio: tramitar los servicios de contabilidad, hacendarios, bancarios y de salud que se presentan como estrictamente necesarios para que pueda funcionar y operar de forma profesional. Actividades todas que, si bien suelen ser muy gratificantes y estimulantes, requieren tiempo, esfuerzo y dinero.
El tiempo es un factor que se vuelve en contra de los traductores, porque para adquirir la experiencia necesaria, suelen pasar al menos dos años haciendo traducciones a bajo precio, prácticas remuneradas a veces en especie y trabajo voluntario. Ya con la experiencia suficiente, siguen trabajando siempre con el tiempo en contra. Sobre este problema ya han reflexionado muchos traductores, y para ejemplo, los siguientes testimonios:
Otra de las injusticias muy comunes en el mundo de la traducción son las
temidas fechas límite. ¿Por qué no contamos los traductores nunca con
tiempo suficiente para bordar una traducción? El factor tiempo es crucial […]
El problema del tiempo que se dedica a la traducción es de especial importancia
para el traductor autónomo, porque muy a menudo acaba trabajando hasta muy
tarde por las noches e incluso los fines de semana.[1]
El tiempo es otro factor importante; a mí es el que más me pesa. Ya no hay
trabajos «no urgentes». Todo es urgente y cada uno de los clientes siente que
es un «hijo único». El estrés que esto produce (yo soy una agencia y doy
trabajo a otros) no es indiferente.[2]
Es necesario invertir mucho tiempo, dinero y energía en ello, pero merece la
pena […] Hay que armarse de paciencia y acostumbrarse a largos períodos de
inactividad tras los cuales vendrán temporadas frenéticas en las que se habrá
de trabajar día y noche, e incluso rechazar trabajo o subcontratarlo por falta
de tiempo.[3]
Podemos encontrar experiencias de todo tipo, pero lo cierto es que muchas coinciden en afirmar lo crucial y decisivo que es el tiempo en la vida de los traductores. Al elegir el camino del traductor independiente, están eligiendo un camino en el cual se sienten autónomos al no tener un jefe al cual estar supeditados, y así pueden organizar sus horarios de trabajo para realizar otras actividades. Si bien esto representa una ventaja y un aliciente, el factor en contra es que, si no aprenden a administrarse, terminarán tecleando hasta 10 horas por día, con fuertes dolores de manos, y trabajando 60 horas por semana, según comenta Isabelle Kalinowski.[4]
Tanto tiempo dedicado al trabajo vuelve sus vidas muy solitarias e incluso monótonas por lo que es sano que mantengan contacto con otros colegas. Kalinowski recomienda salir a caminar y cambiar de ambiente con regularidad, porque tantas horas de trabajo pueden generar problemas de salud tanto físicos como nerviosos.
Un deficiente cuidado de la salud. Cuando tenemos mucho trabajo, tendemos
a aguantar el tipo y seguir dándole a la tecla horas y horas, con lo cual nuestra
salud se resiente a la larga. Es imprescindible mentalizarse de que hay que
cuidar la forma física y la salud y reservar tiempo para ello.[5]
Entre los traductores autónomos hay muchos que por falta de disciplina tienen
un horario de trabajo demente casi sin nunca dormir, comer o divertirse. Con las
consecuencias lógicas sobre la salud física y mental y la vida personal.[6]
Después de haber leído algunos documentos en los que se encuentran expresadas opiniones y experiencias de diversos traductores no se puede dejar de pensar que la salud de los traductores, sobre todo independientes, está estrechamente ligada con la gran cantidad de tiempo que dedican a su trabajo. Incluso se puede plantear que no sólo afecta su salud sino todo su entorno personal y familiar.
La soledad del traductor aparece en muchos aspectos, como una forma de
redención relativa a un pasado profesional doloroso. Además, a menudo
conlleva una vida personal marcada por rupturas y períodos de depresión.[7]
De una u otra forma el conjunto de situaciones adversas que se enumeraron arriba sólo pueden entenderse por la vocación a prueba de todo que tienen los traductores, y la convicción de que eligieron correctamente el camino de la creación a través de una profesión que si bien tiene muchos escollos por sortear, también puede rendir muchas satisfacciones. Para ello es necesario que aprenda administrar su vida laboral y personal, tiene que aprender a ser responsable no sólo de sus deberes, sino también de sus placeres.
Notas
[1] Cano Mora, Virginia. ”La profesión del traductor: los primeros pasos”. Centro Virtual Cervantes. <http://cvc.cervantes.es/lengua/aproximaciones/mora.htm>. Fecha de consulta: 06-05-2015.
[2] María José Iglesias, “Problemas a los que se enfrentan los traductores”, en <http://www.proz.com/forum/spanish/274030-problemas_a_los_que_se_enfrentan_los_traductores.html>. >. Fecha de consulta: 10-05-2015.
[3] Cano Mora, Virginia, op. cit.
[4] Isabelle Kalinowski, “La vocation au travail de traduction“, en Actes de la recherche en sciences sociales. Vol. 144, septembre 2002, pp. 47-54. Fecha de consulta : 06-05-2015.
http://www.persee.fr/web/revues/home/prescript/article/arss_0335-5322_2002_num_144_1_2807. Fecha de consulta : 06-05-2015.
pp. 47-54.
[5] Tomás Cano Binder, “Problemas a los que se enfrentan los traductores”, en <http://www.proz.com/forum/spanish/274030-problemas_a_los_que_se_enfrentan_los_traductores.html>. Fecha de consulta: 10-05-2015.
[6] Jean Pierre Artigau, “Problemas a los que se enfrentan los traductores”, en <http://www.proz.com/forum/spanish/274030-problemas_a_los_que_se_enfrentan_los_traductores.html>. Fecha de consulta: 10-05-2015.
[7] I. Kalinoswski, op. cit., p. 53.
Referencias
ARTIGAU, Jean Pierre. “Problemas a los que se enfrentan los traductores”, en <http://www.proz.com/forum/spanish/274030-problemas_a_los_que_se_enfrentan_los_traductores.html> Fecha de consulta: 10-05-2015.Consultado el 31-08-2014.
CANO Binder, Tomás. “Problemas a los que se enfrentan los traductores”, en <http://www.proz.com/forum/spanish/274030-problemas_a_los_que_se_enfrentan_los_traductores.html Consultado el 10-05-2015.
IGLESIAS, María José. “Problemas a los que se enfrentan los traductores”, en<http://www.proz.com/forum/spanish/274030-problemas_a_los_que_se_enfrentan_los_traductores.html> Fecha de consulta: 10-05-2015.
KALINOWSKI, Isabelle. “La vocation au travail de traduction“, en Actes de la recherche en sciences sociales. Vol. 144, septembre 2002, pp. 47-54.
http://www.persee.fr/web/revues/home/prescript/article/arss_0335-5322_2002_num_144_1_2807. Fecha de consulta : 06-05-2015
*María del Rocío Montiel Pérez estudió sociología en la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM. Ha realizado estudios de otras lenguas: italiano, francés e inglés. Actualmente cursa el Diplomado en traducción de textos específicos en ciencias sociales del francés al español. Ha trabajado para diferentes instituciones gubernamentales como: Secretaría de Educación Pública, Instituto Nacional de Antropología e Historia e Instituto Nacional de Bellas Artes.
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