miércoles, 13 de noviembre de 2013

Testimonio del taller ViceVersa en Looren, Suiza


Colegas, ¿recuerdan que en abril de este año se lanzó la convocatoria para el taller ViceVersa de traducción español/alemán en Looren, Suiza? Pues ya se realizó el taller, a principios de octubre, y dejó muy contentos a sus coordinadores (Claudia Cabrera y Thomas Brovot) y participantes (Angelica Amman, Dorothee Calvillo, Marion Dick, Nicolás Gelormini, Usula Kirchenmayer, Susanne Lange, Florencia Martin, Ricardo Ruiz, Iliana Sánchez Roa, María Tellechea, Gonzalo Vélez), como podemos ver por el testimonio que nos comparte Florencia Martin y que le agradecemos mucho.



Protocolo del taller en Looren 2013
Por Florencia Martin

Fue una semana de intercambio intensa. El lugar no hubiese podido ser mejor: la Casa del Traductor en Looren (Suiza) nos ofreció las condiciones óptimas de trabajo. Silencio rodeado de verde, una hermosa biblioteca para consultar y un espacio que propicia la más pura concentración en los textos y sus páginas. Allí nos reunimos 13 traductores, convocados para debatir nuestros trabajos bajo la coordinación de los experimentados colegas Claudia Cabrera (México) y Thomas Brovot (Alemania).

La propuesta nucleó a profesionales del mundo de la traducción literaria de México, Argentina y Alemania. Fue un taller bilingüe (alemán-español), en el que cada participante presentó un fragmento de traducción que fue sometido a la minuciosa lectura de sus pares y debatido extensamente en reuniones que se vieron acompañadas de sorpresa y placer ante el aporte de cada uno de los presentes en su aproximación personal a las obras tratadas.

¿Quién mejor que otro traductor para entender las dificultades, las búsquedas y los abismos ante los que muchas veces quedamos varados? ¿Quién mejor que otro traductor para compartir la alegría de una palabra con la que pudimos dar después de horas de cavilación?


Día tras día nos fuimos zambullendo en páginas que nos llevaron a pulir el lenguaje propio de un grupo de amigas en plena adolescencia bonaerense (Ángela Pradelli), a buscar el adjetivo justo para los mitológicos Cientímanos de Prometeo (Franz Fühmann), a retocar las frases para lograr la cadencia en la voz de una mujer que se enamora con candor de un rufián y luego caerá en la prostitución (Cristina Rivera Garza) y a deleitarnos con la exquisita ironía de dos ladronzuelos de las Novelas Ejemplares de Cervantes, que se mienten pero no se engañan.

Los textos, tan variados, nos permitieron hacer un recorrido histórico y geográfico por los usos y desusos de nuestra lengua. Las disquisiciones de Ludwig Tieck y las narraciones de Wieland plantearon el interrogante de la traslación del alemán original a un español arcaizante, mientras que Orfa Alarcón nos hizo sacar punta a la lengua soez de los bajosfondos alemanes en busca de una buena manera de trasladar a un nuevo contexto lingüístico la actitud de los políticos corroídos por el narcotráfico en México. Con Jenny Erpenbeck buscamos una equivalencia en español para palabras que nunca volverán a ser las mismas después de haber sido abrasadas por el fuego de la violencia de Estado y la represión, tal como plantea la escritora en su novela “El diccionario”.


El núcleo del encuentro estuvo en la discusión de las traducciones presentadas. Pero también se dejó espacio, aprovechando las diversas variantes del español presentes, para plantear una vez más la pregunta de “cómo definir y cómo posicionarse desde la práctica ante el español neutro” que se exige muchas veces, a nivel editorial, con el objetivo de que un libro pueda ser vendido tanto en Tierra del Fuego como en Guadalajara.

El taller contó además con la visita de dos escritores suizos, que fueron el broche de oro con el que cerraron las arduas jornadas de trabajo textual. Hans-Jörg Schertenlieb aportó su perspectiva desde la tarea de creación narrativa que, tal como relató, siempre acompaña con la música cuando se sienta a trabajar en su hogar por elección, Irlanda; y Pedro Lenz, que al ser bilingüe y conocer sus obras en otros idiomas, pudo participar activamente en las propuestas de traducción, debates y disyuntivas, que todos los días continuaban, una vez cerrada la parte formal del encuentro, en las cenas y sobremesas amenizadas por la quietud alpina y sus vinos. 



 

1 comentario:

  1. ¿Quién mejor que otro traductor para entender las dificultades, las búsquedas y los abismos ante los que muchas veces quedamos varados? ¿Quién mejor que otro traductor para compartir la alegría de una palabra con la que pudimos dar después de horas de cavilación?

    Jamás mejor expresado la explicación al cuento "La busca de Averroes" del impar J L Borges.

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