Colegas, ¿recuerdan
que en abril de este año se lanzó la convocatoria
para el taller ViceVersa de traducción español/alemán en Looren,
Suiza? Pues ya se realizó el taller, a principios de octubre, y dejó
muy contentos a sus coordinadores (Claudia Cabrera y Thomas Brovot) y
participantes (Angelica Amman, Dorothee Calvillo, Marion Dick,
Nicolás Gelormini, Usula Kirchenmayer, Susanne Lange, Florencia
Martin, Ricardo Ruiz, Iliana Sánchez Roa, María Tellechea, Gonzalo
Vélez), como podemos ver por el testimonio que nos comparte
Florencia Martin y que le agradecemos mucho.
Protocolo
del taller en Looren 2013
Por
Florencia Martin
Fue
una semana de intercambio intensa. El lugar no hubiese podido ser
mejor: la Casa del Traductor en Looren (Suiza) nos ofreció las
condiciones óptimas de trabajo. Silencio rodeado de verde, una
hermosa biblioteca para consultar y un espacio que propicia la más
pura concentración en los textos y sus páginas. Allí nos reunimos
13 traductores, convocados para debatir nuestros trabajos bajo la
coordinación de los experimentados colegas Claudia Cabrera (México)
y Thomas Brovot (Alemania).
La
propuesta nucleó a profesionales del mundo de la traducción
literaria de México, Argentina y Alemania. Fue un taller bilingüe
(alemán-español), en el que cada participante presentó un
fragmento de traducción que fue sometido a la minuciosa lectura de
sus pares y debatido extensamente en reuniones que se vieron
acompañadas de sorpresa y placer ante el aporte de cada uno de los
presentes en su aproximación personal a las obras tratadas.
¿Quién
mejor que otro traductor para entender las dificultades, las
búsquedas y los abismos ante los que muchas veces quedamos varados?
¿Quién mejor que otro traductor para compartir la alegría de una
palabra con la que pudimos dar después de horas de cavilación?
Día tras día nos fuimos zambullendo en páginas que nos llevaron a pulir el lenguaje propio de un grupo de amigas en plena adolescencia bonaerense (Ángela Pradelli), a buscar el adjetivo justo para los mitológicos Cientímanos de Prometeo (Franz Fühmann), a retocar las frases para lograr la cadencia en la voz de una mujer que se enamora con candor de un rufián y luego caerá en la prostitución (Cristina Rivera Garza) y a deleitarnos con la exquisita ironía de dos ladronzuelos de las Novelas Ejemplares de Cervantes, que se mienten pero no se engañan.
Los
textos, tan variados, nos permitieron hacer un recorrido histórico y
geográfico por los usos y desusos de nuestra lengua. Las
disquisiciones de Ludwig Tieck y las narraciones de Wieland
plantearon el interrogante de la traslación del alemán original a
un español arcaizante, mientras que Orfa Alarcón nos hizo sacar
punta a la lengua soez de los bajosfondos alemanes en busca de una
buena manera de trasladar a un nuevo contexto lingüístico la
actitud de los políticos corroídos por el narcotráfico en México.
Con Jenny Erpenbeck buscamos una equivalencia en español para
palabras que nunca volverán a ser las mismas después de haber sido
abrasadas por el fuego de la violencia de Estado y la represión, tal
como plantea la escritora en su novela “El diccionario”.
El
núcleo del encuentro estuvo en la discusión de las traducciones
presentadas. Pero también se dejó espacio, aprovechando las
diversas variantes del español presentes, para plantear una vez más
la pregunta de “cómo definir y cómo posicionarse desde la
práctica ante el español neutro” que se exige muchas veces, a
nivel editorial, con el objetivo de que un libro pueda ser vendido
tanto en Tierra del Fuego como en Guadalajara.
El
taller contó además con la visita de dos escritores suizos, que
fueron el broche de oro con el que cerraron las arduas jornadas de
trabajo textual. Hans-Jörg Schertenlieb aportó su perspectiva desde
la tarea de creación narrativa que, tal como relató, siempre
acompaña con la música cuando se sienta a trabajar en su hogar por
elección, Irlanda; y Pedro Lenz, que al ser bilingüe y conocer sus
obras en otros idiomas, pudo participar activamente en las propuestas
de traducción, debates y disyuntivas, que todos los días
continuaban, una vez cerrada la parte formal del encuentro, en las
cenas y sobremesas amenizadas por la quietud alpina y sus vinos.
¿Quién mejor que otro traductor para entender las dificultades, las búsquedas y los abismos ante los que muchas veces quedamos varados? ¿Quién mejor que otro traductor para compartir la alegría de una palabra con la que pudimos dar después de horas de cavilación?
ResponderBorrarJamás mejor expresado la explicación al cuento "La busca de Averroes" del impar J L Borges.