Nota publicada en SDPnoticias.com el pasado 17 de octubre, sobre la traducción de El principito al hñahñu (conocido también como otomí).
Abre debate la traducción de “El Principito” al otomí; “¿Por qué mejor no publicar a escritores indígenas?”
Cultura mié 17 oct 2012 14:28
El
poeta y periodista cultural Mardonio Carballo indicó que no le parece
tan atractivo que se traduzcan clásicos a las lenguas indígenas.
México, D.F.- “En mi opinión es mucho
más importante saber que están diciendo los pueblos indígenas y sus
integrantes” escribió a través de su cuenta de twitter el poeta y
periodista cultural náhuatl, Mardonio Carballo.
Carballo, quien colabora en la primera emisión de Noticias MVS con la cápsula Las Plumas de la Serpiente y conduce para el Canal 22 De Raíz Luna,
planteó un serio debate sobre la traducción de “El Principito” al
otomí, realizada por el profesor del Centro de Enseñanza de Idiomas de
la FES Acatlán, Raymundo Isidro Alavez.
“Premisa falsa a mi parecer ¿Ahora que se tradujo El Principito al Otomí, los niños otomíes van a valorar más su lengua? No sería más necesario para el país que se publicaran libros de creadores en lenguas indígenas y darlos a conocer masivamente, para que los otros -los que hacemos que un niño se avergüence de su lengua- aprendamos a valorar a las otras culturas con las cuales compartimos este cachito de tierra que se llama México. Tal vez así, los niños y los papás de los niños no encuentren en la discriminación las razones para echar su lengua al olvido. Mucho ruido y pocas nueces” escribió en otra red social.
“¿Cuántos indígenas hemos leído El
Principito o por lo menos fragmentos de este libro hermoso? Todos los
que pasamos por la escuela primaria. ¿Cuántos escritores en lenguas
indígenas conocemos? Preguntas para reflexionar. Y ojo, nadie está
diciendo que El Principito no sea un gran libro”, puntualizó Carballo.
Ante los cuestionamientos sobre
traducciones en doble vía, incluidas otras obras clásicas e incluso
música de Francisco Gabilondo Soler, Mardonio insistió:
“¿Alguien conoce los cuentos y chistes
del General Charis tan cotorros que los zapotecos cuentan y cuentan y
que son tan hermosos? ¿No sería maravilloso que todos nos los
supiéramos? Mi insistencia va en un sentido: No conocemos a los pueblos
indígenas de México”.
La presentación de “El Libro"
Durante la presentación del libro en la Casa de Francia,
la investigadora Verónica Kugel confió en que al ser una "lectura tan
bonita y agradable, muchos jóvenes que ya no leen en su propia lengua se
animarán a volver a hacerlo".
Por su parte, el profesor de idiomas de
la UNAM indicó que trató "de rescatar los valores que inculca el autor
como la solidaridad entre amigos, el deseo de ser feliz con cosas
simples como una puesta de sol o las ganas de aprender y explicarse por
qué suceden las cosas como si lo hiciera un niño".
Cabe destacar que Isidro Alavez es
egresado de la Escuela Normal Rural "Luis Villarreal” ubicada en el
Mexe, Hidalgo y posee estudios de maestría en Ciencia Política por la
Universidad Nacional Autónoma de México, y un diplomado en Historia de
México por la Academia Mexicana de la Historia.
Y la noticia anterior, a la que remite el enlace:
Tomada de: http://www.sdpnoticias.com/cultura/2012/10/17/especialista-de-la-unam-traduce-el-principito-al-otomi
Especialista de la UNAM traduce "El Principito" al otomí
Cultura mié 17 oct 2012 00:40
"El
Principito" del francés Antoine de Saint-Exupéry, fue traducida
por Raymundo Isidro Alavez para unos 300 mil integrantes de la población
otomí ubicados en Hidalgo, Estado de México, Guanajuato, Querétaro y
Puebla.
México, 17 Oct. (EFE).- "El Principito" del francés Antoine de Saint-Exupéry,
una de las grandes obras de la literatura contemporánea, ha demostrado
ser uno de los "libros más universales" de la historia al ser traducido a
la lengua indígena mexicana otomí, aseguró la investigadora Verónica
Kugel.
"Esta traducción tiene doble importancia: para El Principito porque muestra que es uno de los libros más universales
y que más impacto han tenido, y para el otomí porque nos muestra que
puede expresar cualquier idea", explicó la investigadora del centro de
documentación Hñähñu, la variante a la que ha sido traducida la obra.
Durante la presentación, en la Casa de Francia,
de esta primera edición de 2.000 ejemplares, la experta confió en que
al ser una "lectura tan bonita y agradable, muchos jóvenes que ya no
leen en su propia lengua se animarán a volver a hacerlo".
Explicó que el título fue la parte más
difícil de la traducción, pues los expertos pensaron en utilizar la
expresión "Con el hijo del Rey", pero se dieron cuenta de que en
realidad en el libro no hay referencias a un monarca. Por ello, expresar
en esa lengua la "idea de un joven tan especial, fue la aventura lingüística del libro".
"Cualquier traducción técnica es mucho
más fácil que la literaria, que requiere de experiencia, de enamorarse
del libro, de dedicación y de una excelente visión de las culturas",
afirmó Kugel, quien espera que haya una segunda edición de una obra que
de acuerdo con la traducción literal se tituló "El muchachito gran jefe".
"El Principito" en Hñähñu
está enfocado, de acuerdo con la académica, a dos públicos muy
diferentes entre sí, uno que no habla la lengua indígena, que va a ser
minoritario y que querrá coleccionarlo, y otro indígena, especialmente
en escuelas o personas en general.
Kugel explicó que el pueblo otomí es uno de los más antiguos de México y está compuesto por unos 300.000 pobladores que principalmente se encuentran en los centrales estados de Hidalgo, México, Guanajuato, Querétaro y Puebla.
Por su parte, el traductor de la obra, Raymundo Isidro Alavez,
aseguró a Efe que el "mayor reto" fue "describir los valores que
transmite el autor" pues si se intenta adecuar a la lengua otomí de
forma literal se pierde el sentido, de tal manera que leyó el libro
varias veces para "sentir sus palabras y poderlas transmitir".
Algunos vocablos como "asteroide", "planeta" o "biombo" no existen en Hñähñu, por lo que según afirmó Alavez uno de los mayores esfuerzos de traducción fue encontrar nuevas palabras que permitieran identificar estos conceptos desconocidos en la lengua.
"Traté de rescatar los valores que
inculca el autor como la solidaridad entre amigos, el deseo de ser feliz
con cosas simples como una puesta de sol o las ganas de aprender y
explicarse por qué suceden las cosas como si lo hiciera un niño",
explicó el traductor, miembro de la Facultad de Estudios Superiores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), plantel Acatlán.
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