1. Institucional
• Estructura, histórica y actual (organigrama, recursos humanos, sistema de elección/exclusión de miembros, perfil de su membresía, composición, subestructuras...), de la RAE: → caps. 1, 4, 8, 9 y 11.
• Fines estatutarios (históricos y actuales) de la RAE y de diversas academias americanas: → caps. 1, 2, 4, 8, 9, 11, 15.
• Funcionamiento (reglamento interno y sistema y medios de trabajo) de la RAE: → caps. 1, 4, 5, 8, 9, 10 y 11.
• Naturaleza jurídico-administrativa y fiscal de la RAE: → caps. 1, 4, 9.
• Finanzas (recursos financieros, balance ingresos/gastos y control del Estado) de la RAE y de la Asociación de Academias de la Lengua Española: → caps. 4, 9, 11.
• Inserción en estructuras del Estado (Consejo de Estado, Instituto de España, Ministerio de Educación, Casa de Su Majestad el Rey...) y grado de autonomía operativa de la RAE y de diversas academias americanas: → caps. 3, 4, 6, 7, 9, 15.
• Relaciones públicas (con prensa y usuarios) de la RAE y de la Asociación de Academias de la Lengua Española: → caps. 1, 4, 5, 9, 11.
• Discurso público de la RAE y de la Asociación de Academias de la Lengua Española: → caps. 1, 2, 3, 5, 6, 9, 11, 12.
• Política de publicaciones y relación con sus editoras: → caps. 5, 8, 9.
• Ideario: evolución y permanencia de rasgos ideológicos idiosincrásicos de la RAE y de algunas academias americanas: → caps. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 9, 12, 13, 15.
| 1. Del estudio de la dimensión institucional de la RAE, de la Asociación de Academias de la Lengua Española, de diversas academias americanas y del perfil de sus integrantes se concluye que:
• La RAE es una entidad tradicionalmente endogámica, nepótica, machista, elitista, clasista, conservadora, hermética, nacionalista y católica, carente de transparencia, en exceso autónoma del control administrativo, en exceso supeditada a los intereses del poder político y económico, con un desmesurado afán de lucro, beneficiaria de una cantidad desproporcionada de caudales públicos y promotora de una imagen pública ilusoria.
• Las academias filipina y americanas son organismos de poca entidad y escasa autonomía, con un ideario parecido al de la RAE, en su mayoría supeditadas históricamente a la Academia Española por razones estatutarias y hoy subordinadas a ella por razones financieras, logísticas y tecnológicas.
• La Asale es un organismo financieramente dependiente del Gobierno de España y de los patronos privados de la RAE (benefactores corporativos de la Fundación pro RAE y la Fundación Carolina, como Repsol, Telefónica, Grupo Prisa, Grupo Planeta, Grupo Santander, etc.).
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2. Agente de política lingüística
• Políticas del lenguaje en las que ha participado y participa la RAE, directamente o por medio de sus filiales: → caps. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 9.
• Caracterización y objetivos de la actual Política Lingüística Panhispánica (PLP) de la RAE y de la Asociación de Academias de la Lengua Española: → caps. 2, 3, 4, 5, 6, 7, 9.
• Articulación de la PLP con políticas de continuidad en los gobiernos de la España democrática (comercio exterior, asuntos exteriores, política cultural exterior, orden constitucional...): → caps. 2, 5, 6, 7, 9.
• Articulación de la RAE con otras estructuras (públicas o no) españolas de política lingüística, y de fomento y proyección cultural (Agencia Efe, Instituto Cervantes, Seacex, Icex...): → caps. 5, 6, 7, 9.
• Articulación de la RAE y de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale) con estructuras políticas supranacionales (Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado): → caps. 6, 9.
| 2. Del estudio del papel de la RAE y de la Asale como agentes de política lingüística se concluye que:
• Ambas son entidades al servicio de la unidad normativa del español, objetivo que interesa y beneficia muy en particular a las estrategias geopolítica y económica de España.
• Ambas son entidades que promueven el mantenimiento de la hegemonía constitucional y social del español en los países donde es lengua de uso, así como su consideración como lengua internacional o como lengua de trabajo de organismos internacionales o de integraciones regionales, en detrimento de otras lenguas con las que convive. |
3. Agente de planificación del español
• Objetivos principales de la RAE (y hoy también de la Asale) como agente de planificación: codificación y estandarización del español (elaboración de una ortografía, una gramática y un léxico normativos, según un determinado modelo ideal de lengua): → caps. 1, 2, 3, 4, 5, 8, 9, 11.
• Objetivos secundarios de planificación en los que participa la RAE y grado de implicación en ellos: → caps. 5, 9, 10.
• Articulación de la RAE con otras entidades de normalización del castellano (Fundéu, filiales de Fundéu, Aeterm, academias asociadas, otras reales academias de España...): → caps. 1, 3, 5, 6, 7, 9, 10, 15.
• Articulación de la RAE con investigadores de la lengua y desarrolladores de tecnologías lingüísticas: → caps. 2, 3, 5, 10, 14.
| 3. Del estudio de su labor como agente de planificación del castellano/español se concluye que la RAE tiene un espíritu omnipresente y hegemonista, dado que siempre se ha postulado y posicionado como la institución a la que corresponde dirigir, coordinar y controlar todos los procesos de planificación y normalización del castellano, incluso los que superan claramente sus competencias y la preparación de sus especialistas.
Del análisis de su relación actual con las academias asociadas se concluye que el sistema de colaboración interacadémica en la realización de la nueva norma panhispánica no es tan horizontal y equitativo como pretende el discurso oficial de la RAE.
Del análisis de su papel y labor en la mayor parte de los campos de planificación y normalización del castellano se concluye que la RAE:
• obstaculiza el desarrollo de la planificación y estandarización en el campo de la terminología y en el de la simplificación del lenguaje jurídico-administrativo;
• interviene, con poco acierto y conocimiento de causa, en la regulación de la escritura de exotopónimos, e intenta interferir en la legislación de la toponimia y la onomástica de aquellos territorios donde el castellano es oficial o cooficial, competencia que corresponde a otros organismos;
• interfiere en la regulación de la escritura científico-técnica, estableciendo normas contrarias a las promulgadas por organismos competentes;
• no promueve sinergias con los investigadores del mundo universitario y de las industrias de la lengua.
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4. Organismo oficial de codificación y estandarización del español (función principal)
• Modelos normativos y criterios de corrección (características, valores y objetivos de la norma del español, histórica y presente): → caps. 1, 2, 3, 5, 7, 8, 15.
• Estilos normativos históricos y actuales: → caps. 2, 3, 5, 8, 9.
• Cientifismo y modernidad en la labor académica (ideas sobre el lenguaje, modelos teóricos de referencia, grado de conocimiento descriptivo de la diversidad lingüística, manejo y desarrollo de recursos tecnológicos, aplicación de metodologías adecuadas, rigor y ética científicos, y grado de arbitrariedad y subjetividad en la norma): → caps. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14.
• Productividad (histórica y actual) de obra normativa y de recursos lingüísticos: → caps. 1, 3, 4, 5, 9, 10, 11, 14.
• Calidad y fiabilidad de la norma (consistencia, compleción, transparencia, rigor) y de los recursos lingüísticos académicos: → caps. 2, 3, 5, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14.
• Disponibilidad de las obras normativas y de los recursos lingüísticos académicos: → caps. 5, 8, 9, 10, 11, 14.
• Difusión de la norma (a través de los medios escritos y de las instituciones educativas): → caps. 1, 3, 5, 9.
• Adecuación de la norma y del modelo de lengua a los objetivos y al ideario de la institución: → caps. 2, 3, 5, 7, 8, 9, 11, 12, 13.
• Adecuación de la norma a las necesidades de normalización del castellano y de los profesionales de la lengua: → caps. 1, 2, 3, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 15.
• Permeabilidad de la obra académica a la ideología característica de la institución (v. § 1): → caps. 1, 2, 3, 5, 6, 7, 9, 10, 11, 12, 13, 15.
| 4. Del análisis de los modelos de lengua, históricos y presente, que elabora, y de sus códigos normativos se concluye:
• que la RAE selecciona y privilegia en su modelo de lengua tres variedades de referencia: variedad social culta (en exclusiva) + variedades geográficas centro-norteñas de España (hoy sin exclusividad: se admiten algunas formas de las variedades americanas) + variedades funcionales escrita y literaria (hoy sin exclusividad: se admite la lengua de los medios de comunicación);
• que la RAE no ha acabado de fijar su actual modelo de lengua, que oscila entre el unitarismo, el monocentrismo y el polimorfismo, para desorientación del usuario;
• que la RAE mantiene su papel prescriptivo y proscriptivo, en una versión blanda en la actual norma panhispánica;
• que resulta imposible saber en qué conocimiento idiomático fundamenta sus obras;
• que las obras académicas actuales mantienen concepciones del lenguaje obsoletas;
• que, pese a los medios de que dispone, en la realización de las obras académicas actuales se siguen aplicando metodologías obsoletas;
• que mantiene un comportamiento antiético al omitir sistemáticamente sus fuentes teóricas, no tanto por tradición como por cultivar una imagen social de omnisciencia;
• que su capacidad productiva pasada y presente está en desproporción con los medios humanos y financieros de los que ha gozado y goza;
• que la mayor parte de su obra y de los recursos que produce son inconsistentes y tienen una calidad deficiente;
• que, debido a los errores, deficiencias e inconsistencias y arbitrariedades de su obra, da un mal servicio a los usuarios y particularmente desorienta a los profesionales del lenguaje;
• que la mayor parte de su obra y de los recursos que hoy produce no están disponibles para los usuarios de manera libre y gratuita, y los que lo están, no son accesibles y consultables en las debidas y factibles condiciones;
• que el ideario idiosincrásico de la institución (v. § 1) impregna buena parte de su obra, condicionando con ello en el usuario una determinada visión del mundo y de la sociedad;
• que la RAE siempre ha querido ejercer un poder directo sobre los medios de difusión de su obra normativa (medios escritos y medio escolar), cosa que logró por decreto en diversos momentos de su historia en lo que se refiere a la institución escolar, y que ha conseguido en el presente en lo relativo a los medios de comunicación, gracias a la colaboración de la Agencia Efe y de la Fundación del Español Urgente;
• que, a pesar de esto último, sus códigos normativos y las ideas sobre el lenguaje que emanan de ellos no congenian con las necesidades de las instituciones educativas ni de los medios escritos actuales.
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5. Ascendiente (poder)
• Relación (histórica y presente) de la RAE y de algunas academias americanas con estructuras del poder político, social y económico: → caps. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 11, 15.
• La RAE como coartífice y símbolo de una determinada identidad de la lengua (responsabilidad en la conformación de las representaciones del castellano/español a lo largo de su historia y en el presente, en colaboración con otros agentes ideológicos): → caps. 1, 2, 3, 5, 6, 7, 9, 11, 12, 13, 15.
• La RAE como autoridad idiomática (grado de influencia, histórica y presente, en los países donde el castellano es lengua de uso o lengua hegemónica): → caps. 1, 2, 3, 5, 6, 7, 8, 9, 15. | 5. Del análisis de su grado de autoridad e influencia concluimos que:
• La RAE tiene sobre la sociedad castellanohablante, en cualquier país, un ascendiente que no se corresponde con la eficacia de su labor normativa, y que más bien se deriva de su incrustación en las estructuras de poder político, social y, hoy, también económico.
• Dada su sostenida influencia en el mundo hispánico a lo largo del tiempo, favorecida por la subordinación histórica de las academias filiales filipina y americanas, la RAE es además responsable principal de la difusión social de una determinada visión del castellano, de las demás lenguas y del lenguaje, que margina visiones alternativas del español, que favorece la minorización de las lenguas con las que convive y que obstaculiza la difusión social de los avances de la lingüística moderna.
• En los momentos que goza de mayor autoridad, gracias al apoyo político, suele obstaculizar el desarrollo de aquellos trabajos normativos y producciones de obras de referencia sobre la lengua que podrían representar un reto a su doctrina y autoridad, aun cuando también supongan un estímulo para el trabajo académico.
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